Ficha de BUMA

Buma fue abandonada junto a una carretera comarcal en la provincia de Granada. Estuvo cerca de un mes deambulando por la misma zona y algunos vecinos le daban las sobras de la comida y le ponían agua. A pesar de eso, cuando la encontramos estaba extremadamente flaca y muy triste.

Debido al riesgo que corría al estar junto a la carretera y salir detrás de los coches de los vecinos que vivían en la zona, seguramente para irse con ellos, decidimos llevárnosla en acogida a finales de mayo de este año. Ahora lleva ya más de dos meses con nosotros.

Al cabo de unas semanas de estar en casa la llevamos al veterinario para ver por qué estaba tan delgada, pues aunque comía bien al principio, no recuperaba peso. Después de unos primeros días muy contenta, de pronto pareció de nuevo abatida y dejó de comer. Pensamos que debía tener algo más que desnutrición. Estaba llena de parásitos intestinales, seguramente llevaba meses con ellos dentro, así que la desparasitamos. Posteriormente, le hicimos varias pruebas de Leishmania, las tres pruebas resultaron negativas, entonces le hicimos un test de alergia y salió positiva.

Ahora estamos realizando el tratamiento para la alergia a las pulgas y está dando buenos resultados. Empieza a engordar, ya no se muerde la piel, ha recuperado el ánimo y su pelo ha vuelto a brillar.

Buma es una perra grande y con bastante carácter, es dominante con los otros perros. Marca a algunas hembras y cachorros, pero desde que está con nosotros, sólo se ha peleado una vez, siendo más de marcar que de atacar. Es jefa de manada, pero aún así no es agresiva. Le encanta relacionarse con otros perros, con los que juega mucho a correr y mordisquearse. Puede ser muy tierna con algunos de sus amigos perrunos, dándoles lametazos en el morro muy a menudo. Persigue a los gatos de la calle, pero a los dos que hay en la casa los respeta mucho porque sabe por experiencia que sino la atacan.

Con las personas es muy buena. A pesar de ser dominante entre los perros, con los humanos es extremadamente sumisa cuando se la regaña, seguramente por miedo debido al maltrato sufrido por los que la abandonaron. Por otro lado, a veces es un poco tozuda, pero con insistencia se consigue que obedezca. Nunca hace sus necesidades en casa, es muy limpia.

Buscamos un hogar para ella, donde pueda crecer feliz y olvidar su pasado de maltrato y abandono.